El pasado viernes sucedió lo que muchos ya se temían en la sección de baloncesto del Real Madrid. Ettore Messina, hasta ese momento entrenador del Real Madrid, presentaba su dimisión irrevocable. El técnico transalpino comunicaba la decisión en primer lugar a Valdano, Juan Carlos Sánchez (responsable de la sección de baloncesto del club) y Alberto Herreros. Tras intentar convencer, de forma fallida, a Messina de que reconsiderara su decisión, el club comunicaba la decisión a través de una nota a la opinión pública.
La rueda de prensa que el técnico ofreció ayer, no resolvió muchas incógnitas. De hecho, daba la sensación de que Messina se mordía la lengua en varias ocasiones. Sus palabras revelaron que existe una gran división entre la zona técnica del club y la directiva, algo que según el técnico se puede subsanar con su marcha, (Valdano llegó a decir que se podría plantear cerrar la sección entera de baloncesto). También aprovechó para desmentir la supuesta mala relación que mantenía con la plantilla, algo que según los medios eras algo evidente, por la política de premios y castigos que desarrollaba con los jugadores. Se llegí a rumorear sobre un posible boicot de los jugadores, encabezados por el capitán Felipe Reyes, que ha visto como sus minutos jugados por partido disminuían hasta un 30% con respecto a los que jugaba al inicio de la temporada. Otras decisiones como la rescisión del contrato del campeón del mundo Jorge Garbajosa o el trato que el técnico daba al alero Velickovic, pudieron suponer esta ruptura negada por Ettore.
Discusiones al margen, el verdadero escollo que Messina no ha podido salvar, es la falta de títulos en dos años con proyectos millonarios, y las continuas humillaciones en forma de derrotas frente al Barça, (en especial las dos finales de la Copa del Rey y la final de la Supercopa de España en la que los blancos llegaron a estar 40 puntos abajo en el mercador).
La gota que colmó el vaso se produjo el pasado jueves en el último partido de grupo de la Euroliga. El Madrid estaba clasificado y jugaba en casa un denominado “trámite” frente al Montepaschi de Siena. El trámite se convirtió en pesadilla cuando los italianos se impusieron en el estadio blanco por 18 puntos de diferencia.
Con todo y con eso el técnico ha manifestado que deja al club en lo alto, siendo segundo en liga, clasificado para los cuartos de Euroliga y siendo finalista de la Copa del Rey. También manifestó la confianza vertida en Emmanuel Molin, su hasta ahora ayudante y actualmente entrenador del Real Madrid.
Imagen obtenida de Solobasket.com
La rueda de prensa que el técnico ofreció ayer, no resolvió muchas incógnitas. De hecho, daba la sensación de que Messina se mordía la lengua en varias ocasiones. Sus palabras revelaron que existe una gran división entre la zona técnica del club y la directiva, algo que según el técnico se puede subsanar con su marcha, (Valdano llegó a decir que se podría plantear cerrar la sección entera de baloncesto). También aprovechó para desmentir la supuesta mala relación que mantenía con la plantilla, algo que según los medios eras algo evidente, por la política de premios y castigos que desarrollaba con los jugadores. Se llegí a rumorear sobre un posible boicot de los jugadores, encabezados por el capitán Felipe Reyes, que ha visto como sus minutos jugados por partido disminuían hasta un 30% con respecto a los que jugaba al inicio de la temporada. Otras decisiones como la rescisión del contrato del campeón del mundo Jorge Garbajosa o el trato que el técnico daba al alero Velickovic, pudieron suponer esta ruptura negada por Ettore.
Discusiones al margen, el verdadero escollo que Messina no ha podido salvar, es la falta de títulos en dos años con proyectos millonarios, y las continuas humillaciones en forma de derrotas frente al Barça, (en especial las dos finales de la Copa del Rey y la final de la Supercopa de España en la que los blancos llegaron a estar 40 puntos abajo en el mercador).
La gota que colmó el vaso se produjo el pasado jueves en el último partido de grupo de la Euroliga. El Madrid estaba clasificado y jugaba en casa un denominado “trámite” frente al Montepaschi de Siena. El trámite se convirtió en pesadilla cuando los italianos se impusieron en el estadio blanco por 18 puntos de diferencia.
Con todo y con eso el técnico ha manifestado que deja al club en lo alto, siendo segundo en liga, clasificado para los cuartos de Euroliga y siendo finalista de la Copa del Rey. También manifestó la confianza vertida en Emmanuel Molin, su hasta ahora ayudante y actualmente entrenador del Real Madrid.
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