El presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que la intervención en Libia no tiene por objetivo derrocar a un dictador, sino proteger al pueblo Libio de los ataques de su propio ejército. La decisión fue respaldada por prácticamente la mayoría de los miembros del Congreso, con 336 votos a favor, tres en contra y una abstención de los 340 diputados.
Sin embargo, muchas son las voces que pretenden desprestigiar la decisión, poniéndose claramente en contra de la intervención española en el país.
Desde que la opinión pública conociera la decisión de que cuatro F-18 realizarían operaciones de patrulla en la zona, varios blogs, columnistas y pensadores de nuestro país han declarado su malestar con la situación. La principal pega que estos detractores argumentan es la “similitud” con la guerra de Irak que tan fuertemente criticó el PSOE con el actual presidente a la cabeza cuando formaba parte de la oposición. De esta manera se alega que el Partido Socialista, entiende las guerras como “buenas o malas” dependiendo de la ideología de los países fomentadores. (La USA republicana de Bush frente a la USA demócrata de Obama).
No han tardado en salir también los apoyos a la intervención, siempre alegando a la urgente ayuda que necesita el pueblo libio, haciendo hincapié en las diferencias de ambas guerras, y cuestionando los intereses reales que había en Irak, como puede ser el caso del petróleo.
Sin embargo, muchas son las voces que pretenden desprestigiar la decisión, poniéndose claramente en contra de la intervención española en el país.
Desde que la opinión pública conociera la decisión de que cuatro F-18 realizarían operaciones de patrulla en la zona, varios blogs, columnistas y pensadores de nuestro país han declarado su malestar con la situación. La principal pega que estos detractores argumentan es la “similitud” con la guerra de Irak que tan fuertemente criticó el PSOE con el actual presidente a la cabeza cuando formaba parte de la oposición. De esta manera se alega que el Partido Socialista, entiende las guerras como “buenas o malas” dependiendo de la ideología de los países fomentadores. (La USA republicana de Bush frente a la USA demócrata de Obama).
No han tardado en salir también los apoyos a la intervención, siempre alegando a la urgente ayuda que necesita el pueblo libio, haciendo hincapié en las diferencias de ambas guerras, y cuestionando los intereses reales que había en Irak, como puede ser el caso del petróleo.
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