domingo, 20 de marzo de 2011

La pasión desbordada vuelve a teñir de luto el fútbol argentino

Nueva tragedia en el fútbol argentino. Los fuertes enfrentamientos entre las hinchadas de Vélez y San Lorenzo han provocado varios heridos y la muerte de un seguidor del equipo San Lorenzo.
Según fuentes policiales los altercados comenzaron en las inmediaciones de la estación de ferrocarril de Liniers, donde los hinchas empezaron las batallas campales y las cargas contra la policía, en las que varios aficionados y al menos cuatro policías resultaron heridos. Pero el hecho de mayor gravedad fue la muerte del aficionado de San Lorenzo Ramón Aramayo a causa de los disturbios.

Una vez dentro del estadio y después de que el árbitro retrasara el inicio del encuentro, llamadas telefónicas avisaron de la muerte a la hinchada de San Lorenzo, que empezó a cargar contra las vallas de seguridad con el propósito de entrar en el campo y seguir la pelea. Por ello el colegiado Sergio Pezzotta se vio obligado a suspender el encuentro ya que como manifestó después: “así no se podía seguir”.
Los enfrentamientos entre ambas hinchadas a lo largo de la historia habían provocado que se prohibiera la entrada de la hinchada rival en los Vélez-San Lorenzo, pero en esta ocasión esa medida fue por desgracia levantada.

Julio Baldomar, vicepresidente del Vélez Sarsfield, quien se manifestó "consternado" por lo ocurrido, afirmó que "hay sectores de la sociedad dispuestos a desatar violencia" en los estadios y fuera de ellos.

En definitiva, de nuevo el exceso de pasión provoca que la violencia se apodere de la fiesta del fútbol en un país, en el que muchos de sus habitantes prefieren ver un partido del equipo de sus amores a realizar tres comidas en el día.






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