Los continuos ataques de las tropas de Gadafi en suelo libio están provocando nuevas bajas civiles, algo que precisamente se quería evitar desde los estados occidentales. Con la intervención alidada, las fuerzas afines al dictador se han trasladado hacia el interior de Misrata, ciudad en la cual han asesinado ya a varios civiles. En esta localidad se estipula que hasta 40 personas –entre ellas cuatro niños- han perdido la vida a causa de los proyectiles de las tropas de Gadafi, según informa la agencia Reuters.
Según testigos de la propia ciudad de Mistra, los médicos no dan abasto y atienden a los heridos en los pasillos del hospital de la ciudad, colapsados por el flujo constante de víctimas de los combates.
Esta situación se ve agravada debido a la escasez de médicos y a que los pocos que pueden colaborar, se ven obligados a intervenir en los pasillos y en condiciones pésimas por la escasez de camas y habitaciones en los hospitales. Un portavoz de los rebeldes ha asegurado que las fuerzas gubernamentales han llegado a disparar contra ambulancias, matando a los conductores de las mismas.
Si esto fuera poco, la entrada de blindados en la ciudad durante la jornada de ayer ha provocado que muchos ciudadanos salieran a las calles para hacer frente a los militares, los cuales han abierto fuego contra la multitud según Reuters y France Press.
Gadafi ve sus fuerzas mermadas
Los ataques de la coalición aliada ha permitido rebajar la capacidad de acción de las tropas de Gadafi, pero de momento no parece que sus soldados vayan a protagonizar una desbandada, dejando a su líder desprotegido.
Para llegar a ese punto, la colaboración y relación entre rebeldes y aliados se antoja fundamental. Testigos presenciales han informado de que los contactos entre ambas secciones se están intensificando, ya que los rebeldes podrían facilitar información sobre el terreno a los aliados y planificar acciones conjuntas.
Por su parte, el Presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero, se encuentra con no pocas críticas sobre la intervención española en libia. Principalmente por las comparaciones que se llevan a cabo con la Guerra de Irak que 2004 cuando gobernaba el país José María Aznar.
Según testigos de la propia ciudad de Mistra, los médicos no dan abasto y atienden a los heridos en los pasillos del hospital de la ciudad, colapsados por el flujo constante de víctimas de los combates.
Esta situación se ve agravada debido a la escasez de médicos y a que los pocos que pueden colaborar, se ven obligados a intervenir en los pasillos y en condiciones pésimas por la escasez de camas y habitaciones en los hospitales. Un portavoz de los rebeldes ha asegurado que las fuerzas gubernamentales han llegado a disparar contra ambulancias, matando a los conductores de las mismas.
Si esto fuera poco, la entrada de blindados en la ciudad durante la jornada de ayer ha provocado que muchos ciudadanos salieran a las calles para hacer frente a los militares, los cuales han abierto fuego contra la multitud según Reuters y France Press.
Gadafi ve sus fuerzas mermadas
Los ataques de la coalición aliada ha permitido rebajar la capacidad de acción de las tropas de Gadafi, pero de momento no parece que sus soldados vayan a protagonizar una desbandada, dejando a su líder desprotegido.
Para llegar a ese punto, la colaboración y relación entre rebeldes y aliados se antoja fundamental. Testigos presenciales han informado de que los contactos entre ambas secciones se están intensificando, ya que los rebeldes podrían facilitar información sobre el terreno a los aliados y planificar acciones conjuntas.
Por su parte, el Presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero, se encuentra con no pocas críticas sobre la intervención española en libia. Principalmente por las comparaciones que se llevan a cabo con la Guerra de Irak que 2004 cuando gobernaba el país José María Aznar.
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