Trágico. Esa es la definición. Con unos pocos días de vida, una joven creada en oro y plata de 15 kilogramos de peso fue anoche atropellada por un autobús en plena castellana. Tras 18 años de búsqueda, el Real Madrid consiguió recuperar la malograda copa. Toda una proeza, ya que para ello, tuvieron que vencer 1-0 a un equipo sobre el papel superior, el F. C. Barcelona.
El primero que la sostuvo entre sus manos fue su Majestad el Rey Juan Carlos, cediéndosela en propiedad por fin, a Casillas, capitán y uno de los más laboriosos buscadores durante estos años del trofeo. Se disponía el Madrid a celebrar el reencuentro con el trofeo con su familia blanca y su diosa Cibeles, cuando delante de miles de testigos presenciales tuvo lugar la tragedia. Sergio Ramos, que portaba el trofeo en su cabeza al más puro estilo mujer de Namibia, en lo alto del autobús descapotable, abrió sus manos y resbalándose entre los dedos como en la canción de Víctor Manuel, la copa cayó por la borda y fue atropellada por el vehículo ante la atónita mirada de los viandantes.
Pero según ha declarado el "trofeicida involuntario" en su twitter: "La copa no se cayó, saltó ella al ver a tanto madridista". Esperemos que estas palabras sirvan de alivio a los miles de madridistas y sobretodo, al creador de dicho trofeo, Federico Alegre, cuyo apellido no coincidía con su estado de ánimo al ver lo sucedido y declarar que: "Hablando en términos de compañías de seguros, la copa está siniestro total". Esperemos que el resto de trofeos no salgan huyendo al ver a Ramos, fruto del recuerdo de su pariente atropellada, y el Real Madrid consiga más títulos. Pero por el bien de las vitrinas, que no los lleve el sevillano.
A continuación les ofrecemos el vídeo de la tragedia. Les avisamos que las imágenes del atropello pueden dañar su sensibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario